Éste es “Un Hombre hecho Dios a fuerza de ser Puro”

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¿Ese fue el gran milagro?:
Estaba vacante la plaza para Dios
y Cristo decidió tomarla sobre sí
pasando de designios
que a dedo destinasen
para lo mismo,
de cuantos poderes
sacerdotales y políticos;
tomarla para sí.
En principio cual su “yugo ligero”
que no tardaría en ver cuán pesada carga
si nadie compartiéndola.

“Éste es mi yugo amable”,
a él llamaba a todos los oprimidos
a los tristes de corazón,
ellos son los mejores,
la raza de los malditos
como los poetas,
como él,
demuestran que no tienen en común
con un mundo de instintos animales
más que la carne que los maltrata
y los hunde en la muerte,
esta de aquí,
que parece la otra,
la toda muerte,
y no es más que esta de aquí
¡y aunque el Más Allá no fuese nada
a pesar o de que ni existiesen las Resurrecciones!
“Venid los oprimidos,
los que padecen hambre de pan y de justicia”

¿Y ése fue el gran error, mayor dolor,
horror más grande:
cuántos acudieron a esa llamada
en esos términos de hacerse Dios
para pasar el yugo insufrible a amable?
Él se hizo Dios
y nosotros, igualmente dioses,
barro,
en barro nos quedamos,
en el barro bajo el cual nos daban sepultura
poderes sacerdotales políticos armados
acaparando para su indecencia la noble condición de dioses
de igualmente su propio dedo adjudicada
y con la que tan nada tenían, tienen que ver.

Ello fue el gran error, horror, dolor,
no haber acudido en masa a esa llamada.
Él se hizo Dios,
y nosotros, dioses también,
hombres: barro.
“Eloim, Eloim, Dioses sois”
…Barro.

Estaba el Universo concentrado en un Átomo Puro
y estalló en su Nobleza
para crear Galaxias, Dioses Soles
con sus Pirámides Planetas
a Ellos consagradas…
Barro.

Este fue el gran error,
el gran cambio:
Ser de la Nada-Algo Dioses,
algo-nada barro.

Éste fue
“Un Hombre hecho Dios a fuerza de ser Puro”,
de ser osado a fuer.

Cristofue:
¡Pues que seamos!
“Cristofué” poema 58 de aquí.