miércoles, 28 de abril de 2010

Cara Azteca – Doppelgänger Güerco

37

Cara azteca,
hazme una transfusión
Alma mía,
aunque Jehová no quiera,
con los dos litros de sangre que te sobran.

¡Por Jehová-Jesucristo
por Jehová-que-se-queda,
trasfúndeme tu sangre
antes de que me muera!

¡Hazme una trasfusión!
¡Aunque sea por oleoducto
y por vía transoceánica!

¡Házmela!
O la sombra de mi muerte
será la que te acompañe
y no la tuya;
mas no siguiéndote mansa y muda
según tienen por costumbre
todas las mansas sombras si son de vivos,
según tienen por deber las tontas,
¡sino encima!,
como fardo del que no podrás desprenderte
hasta el día de tu óbito,
Doppelgänger, Güerco.



Me fuiste tú a mí. Constato a 2010.
Doppelgänger, Güerco.
Aunque yo ni enterarme pude
que estabas necesitada de mi sangre.
¿Vienes a constatarlo?
……
La vida es algo sucio.
Ahí tienes a las que paren.
Ahí tienes a los que escriben novela.
Implicarse en otra vida hasta parirla
sin contar con su consentimiento,
¿mayor sadismo?
¿Mayor sadismo que el del que infesta
con otro engendro más, novela, el mundo?

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