martes, 27 de abril de 2010

Yo soy el que soy = Nunca muerta

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(Otro error. Pasado el 17 julio, 2008 a “Solo veo rosas 2” http://soloveorosas2.blogspot.com/ Y cómo no escarmenté en 2003 al leer al final de los diarios –lo que de ellos han querido publicar quienes ningún derecho tenían a decidir sobre lo mismo- de Alejandra: Aquí estoy escribiendo en mis diarios, cuando sé que no debo escribir en mis diarios)

Y el Crimen estaba en la Nada
y era la Nada.
El Crimen se llamó "El Que Soy, Yo Soy",
y la Nada: "Nunca muerta".

El Crimen era Dios, era la Nada;
y la Nada: la Creación entera,
el Creador Dios-Crimen.
Todo el "Una Sola Cosa"
el Universo eran.

(¡Y pasando uno de los primeros poemas que abren este "Nunca muerta", no puede dejar de admirarme que se me apliquen a mí y mi circunstancia de ahora de modo tan cabal, además de ajustarse tanto al perfil de blogueros en esta plataforma y otras. Vaya ¿Sería que me premonicionaba yo un encuentro, más bien encontronazo (si encuentro de mi yo con gentuza ¿qué otra puede haber?) treinta años antes de que sucediera? Sobre todo eso de “el Crimen se llama ‘Yo soy”. Nada, nadie, podrá decir de sí mismo tan cabalmente como el crimen lo del “yo soy”, ¿dónde nuestro, no por muy diplomático, menos navajoso o navajero argumento? Aunque primero se llamó “Amor”, todas las religiones del libro coinciden más o menos en eso. Retintín. También yo sé tocar esa corneta. Igual de eficazmente me gustaría navajear de la forma más rastrera, argumentando; pero yo no fui a ninguna academia militar, diplomática, ello es, a ninguna universidad para élites, casi todas, donde enseñan esas “artes”, tan pésimamente empleadas cuando autodidactas, que de ello: todas las cárceles llenas, llenas de los navajeros asesinos comunes no licenciados por Maquiavelo, educación para élites)


Y ahora a 2010 ¿qué decir de este poema? Que desde luego muy poco que ver el “Yo soy el que soy” con la “Nunca muerta”. Me niego a eso de que “Todos el ‘Una Sola Cosa’ eran”. Ni cosa, y menos “cosa” afín a esas cosas, “Crimen se llama y es la Nada”.

El Crimen era Dios era la Nada.
Pero Nunca Muerta, bastante tiene
con cumplir con su nombre,
colocarse de millares de antebrazos-escudo
para tantas puñaladas rastreras,
como para tener que pagarse universidades para élites
donde le enseñen, a buenas horas,
el industrioso oficio de matar, arruinar,
sin pasar ni una vez por la trena.

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