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De la esposa
Ese polvo de oro que te anuncia…
Conviene, en mí, preparar tu llegada.
A lo lejos,
como una flota de nubes,
como un beso,
tu Nombre se levanta.
Quiero erigir mi verso
para que sea tu casa,
alivio que consuele del camino.
¡Ya llega el Amigo!
¡Ya entra el esposo de mi Alma!
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