“¿Cómo te puedo llamar? ¿A qué te compararé?”

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“Cantar de los Cantares” – Del esposo

¿Con qué te compararé, esposa,
minuciosa,
grande de alma
pendiente de cosas mínimas,
con la Rosa?
¿Con la estatua del Jazmín?
¿Con la Rosa de la Virgen
blanca como un Universo,
puro óvulo de viento,
espiritusanto abierto
de admirable corazón?

Rica Costa, Cara Agua,
dime el nombre de una flor
con que te pueda llamar
¿Quizá Rosa del Amor?
Mas no basta, ¡aún más!
¡Con todas las flores!

Yo te quiero bautizar,
para alegrar tus oídos con el reconocimiento,
con el nombre que te cumpla:
con el nombre que te das…
O los nombres que tú quieras.
¿Cómo te puedo llamar?

Rica Costa, Cara Agua,
dime el nombre de una flor
con que te pueda llamar
¿Quizá Rosa del Amor?
Mas no basta, ¡aún más!
¡Con todas las flores!
…………………

Y estoy llorando el ser que digo,
que diría Vallejo,
al releer este fruto de amor de mis 18 ó 19 años.
Vallejo,
aquel que tú amaste en tu juventud,
como yo y como yo te amo ahora.
Estoy llorando al recordar el sueño
en que te me apareciste, 2005,
de niña recitando a todas las flores del Universo,
tú que tuviste por nombre todas las Flores,
ya que te llamaste Flora
aunque lo disimulaste tan bien con el Alejandra
que no te alejó de los hombres hacia tu Jardín
sino todo lo contrario,
y que al final te alejó demasiado
hasta ser superior el asco a la vida,
¡en ti, la del nombre de todas las Flores!,
Flora Alejandra,
Blímele, Florcita,
Rosa niña que solo las ve.